Se querrelló contra los denunciantes por denuncia falsa y falso testimonio en causa penal.
La Justicia no accedió a su solicitud de un careo frente a los denunciantes, una vez se abrieron los tomos relativos a su detención y supo de los presuntos delitos cometidos que se le imputaban a raíz de las denuncias que el calificaba de falsas. Tres años después apareció muerto bajo su domicilio. Da la impresión de que la intención de los diferentes jueces (la lista es ya de cinco), que han desfilado por este caso, ha sido, invariablemente, no aportar al mismo elementos de investigación que pusieran en entredicho tanto lo manifestado por los denunciantes, como las "investigaciones" llevadas a cabo por Policía y Justicia.
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