lunes, 22 de marzo de 2010

Una Operación inquisitorial (III)

        Disuelta la ejecutiva anterior,  presidida por Castro y, por tanto, viéndose éste  apartado de los órganos de dirección locales, decide formar una especie de plataforma de descontentos con la decisión provincial y se aglutinan en la mencionada rama socialista,  manteniendo su vinculación con el  partido, bajo las siglas de Plataforma Cultural Rosas Rojas, en señal de protesta contra los órganos provinciales del partido, de la cual  Valadez se ha convertido en su brazo armado e infiltrado en la  misma administración local que sus miembros, a regañadientes,  tuvieron que abandonar. A pesar de su nomenclatura, su función social real nada tiene que ver con la Cultura; a no  ser que se refiera a la del “amiguismo partidista” que tanto practicaron durante casi dos décadas.  El verdadero objetivo de esta plataforma, o al menos así lo ha puesto de manifiesto el tiempo, ha consistido en hacer presión para desacreditar a los diferentes gobiernos locales socialistas. 
        Uno de estos gobiernos socialistas es el que resulta en las mencionadas elecciones del 99, tras el paréntesis en el activismo del partido, en el ámbito municipal, impuesto por el Gobierno con mayoría absoluta del GIL, durante cuatro años 95-99 y, muy especialmente, al último conformado por PSOE (la línea socialista que le desbancó de la dirección local, tanto del partido como del propio Ayuntamiento, en el cual se había mantenido de una u otra forma desde 1979), y PES e IU en 2003.  Año y medio después este grupo abandonó el Gobierno local y se sumó al mismo el P.A. Barrientos, quien había sufrido una Moción de Censura en su primer mandato tras la dimisión de Toni Caba, se cubría así las espaldas en este nuevo periplo de gobierno surgido en 2003. El PP, responsable de la Moción de Censura contra Barrientos, y que había conseguido un concejal más que el PSOE, se mantuvo en la oposición 
      Celebradas dichas elecciones locales (1999), la unión de todos los grupos municipales contra el GIL,  impide que  éste acceda nuevamente a la alcaldía a pesar de haber sido el partido  más votado. Una coalición de Gobierno formada por PSOE, PP, IU y PA  nombra alcalde a Antonio Caba Tena pero,  imputado en una operación internacional de tráfico de drogas y blanqueo de dinero, en el ejercicio de su  profesión de abogado y consultor legal,  dimite en 2000. Le releva Antonio Barrientos lo que levanta las protestas entre los miembros de Rosas Rojas porque no llevaba en el partido el tiempo requerido, según los estatutos. Éste sería el principal motivo de la fundación de este segmento socialista esteponero.  Además Barrientos era el número 6  por lo que  la  decisión de los órganos provinciales  perjudicó a cuatro miembros  anteriores a él en orden de lista.
     Antonio Barrientos permaneció en la alcaldía siete meses cuando, en  la segunda mitad del  año 2000, una moción de censura entre PP y siete tránsfugas del GIL, convierte a Rosa Díaz  en la primera edil hasta 2003. Curiosamente este dato se omite en el sumario. Rosa Díaz,  quien gobernó con siete tránsfugas del GIL tras la moción contra Barrientos, forma ahora parte del gobierno de  Valadez, al igual que lo fue en 2007 con el propio Barrientos, hecho que no se cuestiona, mientras se ataca al PES, desde la prensa y durante todo el sumario, por la relación de sólo dos de sus concejales con el Gobierno de  Jesús Gil Marín.
     Así, enmarcado en la nueva dirección socialista pero de acuerdo con los postulados de esta   facción o en todo caso influenciado por ella,  un nuevo  miembro llamado David  Valadez,  quien a la llegada del GIL aún era menor de edad,  aparece en escena.  Éste, quien siendo  presidente de las Juventudes del partido y afiliado desde 1996, tras su mayoría de edad,  había sido elegido concejal  en 2003, encargado del área de “Bienestar Social”, hace suyas las reivindicaciones  (iniciadas tras la primera alcaldía de Barrientos), de la plataforma “cultural” socialista y comienza en 2006 su guerra particular contra su compañero de partido y alcalde...

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Una Operación inquisitorial (II)

   Desde la fecha  de la denuncia hasta el día del inicio de la operación, el 17 de junio de 2008, los investigadores revelan lo que, efectivamente, pudiera ser un conglomerado de intereses empresariales, personales y políticos entremezclados, al cobijo de la vida pública de los aludidos en las denuncias. Sin descartar los intereses de los propios denunciantes, algo que, aunque se intuye en el sumario,  la Policía obvia por sistema.  ¿Trato de favor?.

     Antes de entrar en el análisis de lo aportado hasta ahora en el sumario,  hagamos una pequeña  sinopsis de los hechos:

     A finales de 2006 comienza la pre-campaña electoral de las elecciones municipales de Mayo  de 2007. De forma prematura, en Estepona, debido a las desavenencias entre los partidos de Gobierno (PSOE-PES-PA), instigada artificialmente desde los medios locales que  Valadez manejó a su antojo por las circunstancias que ya hemos señalado y que iremos desgranando, los distintos grupos  políticos ultimaban sus candidaturas y el orden en la de lista de sus candidatos. Por esas fechas, se produce la asamblea del partido socialista de Estepona, con apenas 100 socios que acuden a la reunión, casi la totalidad de los afiliados.  En dicha asamblea se nombra cabeza de lista a Antonio Barrientos González, quien ostentaba la alcaldía en un pacto electoral con el PES, desde los comicios de 2003, y con el PA
      Pero se daba la circunstancia de que Barrientos era considerado  un intruso para los miembros de una de las facciones del partido en la localidad, muy minoritaria e irrelevante pero que se hizo escuchar al amparo de la presión mediática que se ejercía sobre el Equipo de Gobierno.
     Se trata de una rama socialista discrepante con la dirección provincial, aunque  nunca llegó a abandonar el partido, a raíz de una nueva dirección surgida tras los cuatro años de Gobierno GIL, impuesta por la ejecutiva  provincial malagueña. El perjudicado por el nombramiento de esa nueva ejecutiva, tras el batacazo electoral de 1995, fue el anterior candidato, y alcalde hasta la llegada de este último grupo político  en las elecciones de 1995, Miguel Castro, así como  sus correligionarios, quienes se vieron privados de sus privilegios, como le gusta decir a Valadez.
    Se da la circunstancia de que, ya en aquella legislatura del PSOE en la alcaldía, anterior al GIL, uno de los concejales y primer teniente de alcalde era José Flores Simón, quien, curiosamente, fue bien acogido en la nueva  dirección  local del partido,  que tendría como presidente a  Antonio Caba Tena, quien, además,  estuvo detrás del telón público como miembro de la dirección de la ejecutiva saliente desde, como mínimo, principios de los 90.
     Por su parte Miguel Castro ni siquiera ejerció su papel en la oposición tras la mayoría absoluta del GIL. Se rumoreó en el pueblo que, tras su abrumadora derrota, se estableció en Málaga para estudiar derecho. No sabemos si cobrando su sueldo de concejal cargo que, en la práctica, no ejerció.
    Ya desde la época de Miguel Castro, un pintor de “brocha gorda” nacido en Ronda, que personalizaba a la perfección, por su oficio,  la estrategia  electoral del PSOE de aquellos tiempos  (principios de los 80s), quienes nos considerábamos apolíticos pero habíamos nacido aquí, en Estepona, percibíamos una cierta clase de privilegiados que habían ido medrando por su filiación al PSOE. Uno de estos medradores (tardíos por su edad) era David  Valadez.
       Esta circunstancia les reportaba a estos privilegiados,  beneficios de todo tipo a la hora de acceder a un puesto de trabajo municipal, entre otras prebendas; como el acercamiento a inversores y contactos empresariales con intereses en Estepona, etc. Además, la permisividad hacia aquellos socios, por parte del PSOE  municipal, conocedor de que se traducía en votos, daría como resultado el fenómeno conocido como “los campitos”, que se ha desbordado en los últimos años. 

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Nota

Pedimos al lector que si tuviera conocimiento de algún dato erróneo aquí expuesto, que no venga derivado del sumario, sino de nuestro análisis, no dude en ponerse en contacto con el editor en operacionastapa@yahoo.es