miércoles, 24 de marzo de 2010

Una Operación inquisitorial (IV)

   Valadez, una vez en la escena pública como concejal desde 2003, después de haber sido contratado a dedo como adjunto al director de Radio Televisión Estepona  e indemnizado con casi 12.000 euros por apenas seis meses de trabajo (esto no lo consigna en su denuncia y posiblemente hubiera sido la única verdad contenida en la misma), a través de políticas populistas y de subvenciones,   tomó relevancia  y sus aspiraciones se pusieron de manifiesto al final de la legislatura con una rivalidad manifiesta hacia  Barrientos.  Valadez aspiraba a más, y ahora apoyado por Rosas Rojas y la prensa afín que se limitó a seguir sus dictados, quería convertirse en el líder de la organización local y nº1 a las elecciones municipales de 2007, para  acabar con el “intrusismo” de “su alcalde”, ahora imputado en dudosas circunstancias.  Previamente y a raíz de su cargo en las Juventudes Socialistas  había ostentado un puesto de trabajo a dedo en Radio Estepona. Lo cual no tendría mayor relevancia si no fuera porque, eso mismo, ahora él lo denuncia respecto a otras personas y compañeros de partido. Prueba ésta más que fehaciente del interés personal y político que movieron sus denuncias, motivos muy alejados del interés público al que apela como el tiempo demostrará, si algún siglo de estos se abre la totalidad del sumario.

    Valadez,  cuyas aspiraciones políticas iban mucho más allá de  un puesto de segundón dentro del partido y, lo que es más peligroso, dentro de la administración local,  alentado por los principales miembros de esta plataforma despechada que, desde meses antes de la pre-campaña municipal de mayo de 2007, había iniciado su propia guerra para desbancar al primer edil (quien, con la aprobación de la lista en la mencionada asamblea, le había relegado a un lugar poco probable de salir elegido), no se conformó.

     Recordemos que para Rosas Rojas y, por ende, para  Valadez,  Barrientos era un impostor dentro del partido. Las vueltas que da la vida hoy el impostor en la alcaldía es el propio  Valadez.  Curiosamente, una encuesta, cuya financiación se investiga, en esta operación o eso se desprende del  artificioso sumario, daba mayoría al PSOE. Precisamente, también la campaña electoral de su partido se investiga, o se supone,  por los efectos colaterales de la denuncia de Valadez. Toda una paradoja, pues, como el tiempo ha venido a demostrar, el principal beneficiado ha sido él.

     No obstante, ante las protestas de esta plataforma “cultural”, y la presión mediática, conocedora de los hechos policiales que se avecinaban y cuya influencia en el PSOE fue renovada a raíz de la aparición del pacto con los “ex-gilistas” (como  califica al PES la prensa “progre” de la localidad), de la cual una de las principales responsables es la propia esposa de   Valadez, Mari Ángeles Cervantes, desde su puesto de redactora en la Cadena Ser local, la decisión fue revocada por la Ejecutiva Regional del partido, obligando a convocar una segunda asamblea donde su puesto en la lista resultase más beneficiado. Y así ocurrió. La lista original  tuvo que ser modificada por  las insistencias de   Valadez, apoyado por los disidentes del partido aglutinados en Rosas Rojas, ante  el órgano regional. Se dice que para avalar sus quejas presentó en los órganos de dirección socialistas,  tanto de Málaga como de Sevilla, la misma documentación que aportó a la Policía. Aún así la dirección del partido defendió  la inclusión de Barrientos como cabeza de lista. Incluso, según informaciones que aparecieron en el diario “El Mundo”, fue la dirección regional del partido la que convenció a  Valadez y Rodríguez para presentarse en la misma lista que Barrientos. Pero, simplemente se contentó o ¿a cambio de qué?. ¿Hubo alguna prebenda de por medio?

    Esta sería la primera batalla ganada por Valadez  en su guerra particular contra Barrientos, pasando por encima de la voluntad popular. La toma de Estepona por parte de  Valadez había comenzado a dar sus primeros frutos. Previamente la batalla se había librado en la prensa, al compás que dictaban tanto  su propia esposa como  sus compañeros “periodistas” amigos y afines a la progresía radical socialista esteponera, personalizada en Rosas Rojas y la generación “progre” del pueblo, conformada a cobijo del  régimen que gobierna en Andalucía desde hace 30 años.  ¿Qué les parece?. Su mujer en la Cadena Ser, en una línea clara de apoyo a su marido informativamente hablando (algo de lo que daremos pelos y señales en estos escritos), desde el principal medio de comunicación de Estepona, y él controlando los medios de comunicación municipales. Lobos al cuidado del rebaño...

    Pero la guerra de Valadez contra su propio compañero de partido y contra quienes lo legitimaban, no había hecho más que empezar. Desde meses antes de las elecciones  había denunciado a sus compañeros ante la Dirección General de la  Policía en Madrid. Tal era su interés, que no le importó salpicar a un enorme número de personas inocentes, al margen de la política pero usados para darle la consistencia que no tienen sus denuncias, como el tiempo demostrará.

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Nota

Pedimos al lector que si tuviera conocimiento de algún dato erróneo aquí expuesto, que no venga derivado del sumario, sino de nuestro análisis, no dude en ponerse en contacto con el editor en operacionastapa@yahoo.es